
Rosacea, cuperosis y rojeces en hombres
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La cuperosis, las rojeces difusas y la rosácea son afecciones cutáneas que afectan principalmente a hombres con piel clara, fina o reactiva. Aunque suelen confundirse entre sí, tienen matices que conviene conocer.
¿Qué las causa?
Estas condiciones tienen origen multifactorial. Factores genéticos, exposición prolongada al sol, cambios bruscos de temperatura, el consumo de alcohol, el estrés, productos irritantes y ciertas comidas picantes o calientes pueden desencadenarlas o agravarlas. En la cuperosis, los vasos capilares se dilatan de forma visible, mientras que en la rosácea se añaden síntomas como inflamación, calor y, en casos más severos, pápulas o granitos.
¿Qué puede hacerse?
El primer paso es entender que se trata de una piel extremadamente sensible que necesita cuidados específicos. La limpieza debe ser suave, sin jabones agresivos. Los geles sin sulfatos son buenas opciones.
A la hora de hidratar, busca productos que refuercen la barrera cutánea y contengan activos calmantes como la niacinamida, el pantenol o extractos botánicos como el rusco y la centella asiática.
Evita exfoliantes físicos, alcoholes, perfumes y cambios térmicos extremos. Y protege tu piel del sol: el uso diario de protector solar es obligatorio.
Los capilares rotos se pueden eliminar con laser, en ningún caso una crema podrá hacerlo.
Y recuerda que la mejor solución es ponerse en manos de un dermatólogo que trate cada caso de modo personalizado.